Cooperativas de autónomos: qué son y cómo funcionan

Las cooperativas de autónomos surgen como sistemas asociativos para profesionales independientes que realizan trabajos discontinuos y facturan poca cantidad de dinero.

Qué son las cooperativas de autónomos

La función de las cooperativas de trabajadores consiste en la posibilidad de hacer facturas legales sin tener que abonar mensualmente la cuota como autónomo en el RETA.

Qué son las cooperativas de autónomos

Las cooperativas de autónomos son asociaciones que prestan un buen soporte administrativo a socios autónomos, no sujetos a un contrato laboral. 

A través de ellas se pueden emitir facturas sin que se esté dado de alta en el RETA como autónomo. Los datos fiscales de las facturas a clientes llevan los datos de la cooperativa. 

Es ella misma la que recibe el ingreso y abona el importe a cada socio en forma de nómina, por lo que el asociado pasa a ser asalariado de la cooperativa. 

La nómina correspondiente está en función del importe de las facturas emitidas por el socio.

Las cooperativas de autónomos están reguladas en la Ley 4/1990, de 30 de marzo, de Cooperativas de Trabajo Asociado

Son una opción para trabajadores freelances y emprendedores que tienen reducido volumen de facturación. ¿Por qué? Brindan la mejor solución de cara a la legalidad y para obtener mayor rendimiento de su trabajo, ya que para quien está empezando de autónomo el darse de alta como tal en la Seguridad Social y Hacienda conlleva gastos fijos altos.

Cómo funciona una cooperativa de trabajo

El funcionamiento de las cooperativas de autónomos es sencillo, aunque pueda parecer costoso. 

A cambio de una determinada cuota inicial de asociado, te conviertes en socio con voto democrático. 

A partir de ese momento ya puedes emitir facturas con los datos sociales y fiscales del ente asociativo, y sin necesidad de darte de alta como autónomo en la Seguridad Social y Hacienda.

La propia cooperativa te inscribirá en la Administración de Trabajo como asalariado de la cooperativa, recibe el ingreso del cliente y reembolsa la cantidad neta a percibir por cada socio, dependiendo de la facturación que haya generado en el mes, en quince días, semanalmente o cuando acostumbre la cooperativa. 

El importe que percibe en calidad de ‘salario’ cada socio será lo que reste después de descontar los gastos societarios de mantenimiento y los gastos que generan las facturas más los impuestos y las retenciones correspondientes al IRPF y S. Social que el socio ha estado de alta.

Dado el auge que las cooperativas de trabajadores van adquiriendo, cada una fija su cuota mensual, así como los periodos para hacer los efectivos.

Quién puede ser socio de una cooperativa laboral

Cualquier trabajador que realice actividad lucrativa esporádica por su cuenta y que por ello tenga pocos ingresos (menos de 15.000 euros anuales) como requisitos fundamentales para poder ser socio de una cooperativa de trabajadores, obviamente previo pago de la cuota de ingreso. 

De lo contrario, la Administración competente entiende que se está evitando el pago de cuota de autónomo y, por tanto, se considera una actuación fraudulenta e ilegal, exponiéndose a sanciones.

También, pueden ser socios personas físicas y jurídicas siempre que adquieran un compromiso de responsabilidad con las obligaciones fiscales y generen una aportación de capital mínimo, fijado en los estatutos de formación de la cooperativa.

Para su formación viable, se requieren como mínimo dos o tres miembros, quienes pueden pertenecer a las más variadas profesiones. 

La disparidad de integrantes de estas cooperativas abarca desde periodistas o blogueros con pocos ingresos hasta árbitros, profesores particulares, fotógrafos, técnico de sonido e imagen, artistas, cantantes o magos, economistas, asesores, abogados, etc. que facturan por un trabajo ocasional al carecer de contrato laboral.

Ventajas de las cooperativas de trabajadores

Una de las principales ventajas que presentan las cooperativas de trabajadores autónomos es la de evitar las fuertes obligaciones tributarias como autónomo independiente, ya que eres considerado legalmente como asalariado. 

Puedes tener mayor facturación

Gracias a estas figuras societarias, los ingresos por los trabajos realizados serán más elevados, puesto que los costes de autónomo se reducen de forma considerable a pesar de tener otras contribuciones. 

En las cooperativas de autónomos se puede ser socio sin obligación de permanencia

Pertenecer a una cooperativa como miembro societario no implica la necesidad de una permanencia obligada ni vitalicia. Ante esto, un socio puede darse de baja cuando lo considere oportuno. 

Te permite trabajar y facturar legalmente

Cualquier socio, independientemente de su actividad, puede gestionar sus ingresos a través de la cooperativa dentro de la legalidad.

Finalmente, ser parte de una cooperativa de autónomos ayuda a mejorar, no solamente en lo referente a lo económico, al posibilitarte nuevos trabajos, sino que da más oportunidad de conocer gente que tenga tus mismas sinergias. 

En general, las cooperativas de trabajadores autónomos benefician social, económica y fiscalmente a sus socios. Si tienes en mente crear una cooperativa de trabajo y necesitas asesoramiento, contacta con nuestro equipo de asesores fiscales en Valladolid.

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