Recientemente, el Gobierno ha hecho público su Proyecto de Ley de Presupuestos Generales de cara al próximo año 2023 en el que se presentan un paquete de medidas fiscales, y que entrarán en vigor a partir del 1 de enero de 2023. Algunas de estas medidas incluyen cambios estructurales, mientras que otras se maquetan en principio como medidas de duración temporal para los años 2023 y 2024.
Los cambios actuarán sobre grandes patrimonios, las grandes empresas, en la declaración del IRPF, del IVA y en el impuesto de sociedades.
El objetivo de adoptar estas nuevas medidas fiscales, según el Gobierno, es favorecer la justicia social y la eficiencia económica. Medidas con las que el Ejecutivo espera conseguir aumentar la recaudación en 3.144 millones de euros en los próximos dos años.
Se producirán aumentos de gravámenes para grandes empresas y los grandes patrimonios, mientras que se rebajará la carga fiscal de las rentas bajas, autónomos y pequeñas empresas.
En realidad, este nuevo tributo es de nueva creación por lo que no está recogido en la Ley de Presupuestos prevista para el 2023, y su tramitación se hará de forma independiente de los presupuestos. Se implanta con carácter temporal, durante 2023 y 2024, y se incluye una cláusula de revisión para evaluar si se mantiene o se suprime.
Se fundamenta en el aumento de la aportación de quienes más tienen, considerando como partida un patrimonio neto superior a los 3 millones de euros. El tipo impositivo se escalona en función del patrimonio: de 3 a 5 millones será del 1,7%, de 5 a 10 millones será de 2,1%, y para patrimonios por encima de los 10 millones de euros será del 3,5%.
El potencial de contribuyentes afectados se presume alrededor de los 23.000, y cuyo gravamen se estima que alcanzará los 1.500 millones de euros, lo que supone el 0,1% del total.
La ministra de Economía y Hacienda, María Jesús Montero, explico que el nuevo impuesto podrá deducirse para evitar la doble imposición fiscal por quienes abonen el gravamen correspondiente a su comunidad autónoma. Las fortunas superiores a 3 millones de euros en Madrid y Andalucía pagarán el nuevo impuesto al Estado, pues no han mantenido el Impuesto Patrimonial, no así en el resto de las comunidades españolas.
Los cambios en el IRPF se reflejan en dos vertientes: una de incremento en el gravamen para las rentas del capital: entre 200.000 y 300.000 euros se fija el 27%, y un punto más (28%) para rentas de capital por encima de los 300.000 euros.
La medida supondrá una recaudación aproximada a los 204 millones de euros y se verán afectados unos 17.800 contribuyentes.
Al respecto, para las grandes empresas, como grupos consolidados, con filiales en negativo, hasta ahora podían compensar en el impuesto de sociedades hasta el 100% de las pérdidas en la tributación del IRPF. La medida tiene como objetivo evitar el fraccionamiento ficticio de diferentes sociedades que en su facturación no superen la cifra límite. Ahora se reduce el porcentaje al 50% para el año 2023 y el otro 50% se podrá compensar en 2024.
La medida tendrá un impacto fiscal de 2.439 millones de euros, y se verán afectadas más de 3.600 empresas. Según la ministra de Economía y Hacienda “no es un incremento fiscal, sino un aplazamiento de la posibilidad de compensar la base imponible negativa”.
La otra vertiente se encamina a la reducción por rendimiento del trabajo. Esta reducción pretende ayudar a los contribuyentes que más lo necesiten. Por un lado, se da una ampliación de las rentas que antes estaban exentas del IRPF (14.000 euros).
A partir del 1 de enero de 2023 se eleva la cuantía general de ingresos a 15.000 euros, ya que se prevé un incremento del SMI en 2023. Así, para un asalariado con dos hijos a cargo y que presente una declaración conjunta, el mínimo de tributación aumenta de 18.000 (antes) a 19.000 euros (ahora); para un trabajador soltero y sin hijos también se incrementa en 1.000 euros el límite de tributación.
Por oro lado, la reducción de rendimientos netos de trabajo se extenderá a quienes tributaban por unos ingresos de 18.000 euros, que ahora aumenta hasta los 21.000, disminuyendo el importe de la deducción cuanto más cerca esté el salario de estos 21.000 euros.
En lo referente al Impuesto sobre el Valor Añadido, el Gobierno establece un tipo del 4% (antes el 10%) para los productos de higiene femenina y salud sexual (tampones, compresas, protege slips, preservativos y anticonceptivos no medicinales). Tal reducción fue admitida como parte de compromisos adquiridos en la “Ley de sí es sí”.
También se pretende rebajar el IVA de la electricidad, el gas y la madera, y eliminarlo de algunos productos sanitarios, como el material, vacunas o test.
Entre todas las medidas a aplicar supondrá una merma considerable de la recaudación, estimándose sobre los 24 millones de euros.
Además de los cambios fiscales en el Impuesto de Sociedades para grandes empresas mencionados, se producirá una rebaja dirigida a las empresas pequeñas.
Para compañías con facturación inferior al millón de euros tributarán al tipo del 23% en lugar del 25%. Con ello el Ejecutivo calcula una rebaja fiscal que afectará a 407.000 empresas, aunque supondrá una merma de recaudación de 290 millones de euros.
Las nuevas medidas fiscales para autónomos van referidas a proporcionar un beneficio de cara al fisco. En la Ley de Presupuestos Generales para 2023 se incluye una rebaja adicional en el IRPF de cinco puntos porcentuales en el rendimiento neto para quienes tributan por módulos. También, se prorroga un año más los límites vigentes de exclusión en el sistema de módulos.
Para autónomos en régimen de estimación simplificada se eleva la cuantía deducible del 5% al 7% en el concepto de gastos deducibles de difícil justificación, pero fijando un tope máximo de 2.000 euros.
En resumen, las nuevas medidas marcan aumentos con el nuevo Impuesto de Solidaridad a las grandes fortunas, con la subida del IRPF a las rentas de capital que excedan de los 200.000 y 300.000 euros, y se marca límite a las bases en negativo de filiales de grandes empresas.
Las rebajas se producen en el IRPF para rentas entre 15.000 y 21.000 euros, se amplía el marco en el IRPF de rentas exentas de 14.000 a 15.000 euros.
Para autónomos de tributación por módulos se establece una rebaja adicional del 5% en el rendimiento neto, y para los del régimen de estimación directa se aumenta la reducción hasta el 7% en lo referente a gastos deducibles sin justificación clara, y para las pymes tendrán una disminución sobre el Impuesto de Sociedades del 25% al 23%.
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